Fotografía, Brasil, Teatro, Movimiento, Psicoterapia y el Mundo en 30 da Mouraria
La conocida rumana de un conocido chileno me invita a una exposición de Fotografía. Hace tiempo que diversas razones suman peso para encontrarnos, pero a veces el tiempo pasa demasiado rápido en Lisboa. Esperándola, ya en la sala, me sorprendo hablando con un compañero de profesión portugués, hasta entonces desconocido. Días más tarde ni te acuerdas de cómo empezó la conversación, pero no has olvidado que tienes pendiente enviarle un correo electrónico. Por si acaso, un sms suyo, te lo recuerda. Y, sólo entonces, es cuando te paras a escribir sobre aquella tarde-noche. Aquel ir y venir de gente diversa y asuntos conexos. Aquel encuentro espontáneo donde los asistentes que nos quedamos hasta el final acabamos hablando de Teatro, de Filosofía, de Neurología, sentados en sillas y en almohadones esparcidos por el suelo.
Relajadamente vamos conociendo más y mejor al autor, su obra, a los protagonistas de sus imágenes. Flávio Tonnetti es natural de Brasil y, en esta ocasión, nos muestra São Paulo. “Comencé a fotografiar ciudades a los 13 años, me interesaba componer escenas abstractas usando las líneas arquitectónicas de las construcciones”, me cuenta más tarde. “Con el tiempo, tuve un problema con la cámara, que no pude arreglar, y dejé la fotografía, demasiado cara para un hijo de metalúrgicos como yo. Además, también sentí que la fotografía podía ser un modo de permanecer ajeno a los acontecimientos y eso me incomodaba”, añade. Sin embargo, cuando se marchó a vivir a Asia, Tonnetti volvió a hacer fotos de manera sistemática: “Consideré que escribir no era suficiente para narrar a los demás un universo tan distante de mi universo de origen”, continúa.
En 2012, de regreso a Brasil, comenzó a pensar en esta serie de fotografías centradas en grupos de Teatro que actúan en la ciudad y la cuestionan. El grupo que más le ha llegado es la Companhia São Jorge de Variedades, con sede en el barrio de Barra Funda. De hecho, la pieza teatral que más presencia parece tener en esta exposición es Barafonda (la forma de llamar al barrio ‘a la italiana’, recordando los flujos de migración europea que dieran origen “a esta São Paulo moderna”, me explica.) El espectáculo, durante cuatro horas y en una especie de procesión que pasa por distintos lugares, cuenta la historia del barrio, gracias no sólo a los actores, sino también a sus habitantes, comerciantes, que invitados a revivir sus memorias intervienen en la obra o que, de forma improvisada, entran en escena: son los sin techo o los niños, protagonistas claros -estos últimos- que han llevado a la compañía a crear una nueva pieza que lleva por nombre São Jorge Menino, nos destaca Tonnetti.
Pero, ¿dónde estamos? ¿En Brasil o en Portugal? En Lisboa, en Lisboa. De pronto, vuelvo a ser consciente del privilegio de vivir en una ciudad que, sin dejar de cuidar sus tradiciones, tras sus edificios con solera también esconde su lado internacional. Una Lisboa que, al igual que São Paulo, me atrevo a definir como moderna.
Tonnetti fue invitado por Rita Gonzaga, propietaria del espacio 30 da Mouraria, centrado en la Psicoterapia y el Movimiento. Esta iniciativa propone actividades que, de alguna forma, unan el estudio del Movimiento con el Desarrollo Personal. Por ello, desde que comenzó a funcionar, en 2012, han contado con profesionales que interrelacionan distintas áreas como Coaching y PNL (Programación Neurolingüística), Chi Kung y Medicina Tradicional China… “En este momento, somos ocho profesionales, entre terapeutas, psicólogos y profesores, los que trabajamos en el espacio”, señala Gonzaga.
Pero además de atender a niños y a adultos en las consultas de Psicología y Psicoterapia, en 30 da Mouraria también realizan actividades semanales y eventos puntuales, entre los que destacan las exposiciones (como la de Tonnetti), los workshops (talleres) y los debates, así como ofrecen clases de baile, yoga y pilates para adultos.
Al preguntarle a Gonzaga si el que este espacio se encuentre en el bairro da Mouraria es o no casual, responde: “No, en realidad no. (…) En 2009, cuando regresé de Londres, donde trabajé y me especialicé en Dramaterapia, me apeteció abrir mi propio espacio de Psicoterapia, pero en el que también pudiese continuar investigando sobre el Movimiento. Paralelamente, se registró una renovación de la zona de la Mouraria y de Intendente, que trajo un nuevo público para estos barrios. (…) El hecho de que tantas propuestas interesantes hayan llegado a 30 da Mouraria en tan poco tiempo, me llevan a creer que es un espacio necesario. Este cruce entre clínica y actividades artísticas tiene cada vez más sentido, ante el incremento de la demanda de personas que buscan, por encima de todo, un espacio donde sentirse acogidas y a gusto”.
Gonzaga se formó en Reino Unido, Tonnetti ha vivido en lugares tan distintos como España, Timor Oriental, Alemania y Bélgica, y los últimos seis meses los ha pasado viajando. Entre sus destinos ha estado Lisboa. La conocida rumana que me llevó hasta 30 da Mouraria también tiene un pasado que podríamos tildar de “nómada”, palabra que utiliza Tonnetti para sí mismo. Un pasado, por lo itinerante, parecido al mío y al de nuestro conocido chileno que hace unos meses también visitó Lisboa. Al de muchos de los habitantes de la Mouraria o de Intendente, que hacen de la capital de Portugal una ciudad donde una se puede relajar una tarde-noche escuchando hablar de Brasil, de Fotografía, de Teatro, de Filosofía, de Neurología, y que te permite, en el mismo espacio y tiempo, conocer a un periodista especialista en Músicas del Mundo portugués. Ahora mismo enviaré a António el correo electrónico prometido. Seguro que sus conocimientos, que se ofreció a compartir con los lectores de sieteLisboas, resultarán muy interesantes. Esta vez probablemente escribirá sobre el Fado: local para él pero, tras ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, internacional para todos.
Autora: Fátima Valcárcel
Fecha de publicación: 22 de agosto de 2014
Datos de interés:
Para obtener más información sobre la Exposición de Fotografía de Flávio Tonnetti, pinchar aquí.
Excelente articulo y maravilloso recuerdo, gracias!
¡Muchas gracias, Antoaneta! Nosotros somos quienes estamos en deuda… ¡Un abrazo!
Parece una gran experiencia. En mi opinión, la mejor forma de despertar sentimientos en un público o unos espectadores es juntar varias artes y crear una obra capaz de llegar a su niño interior. Muchas gracias por compartir esta información.
Grupos de teatro madrid, ¡un placer! Es más, somos nosotros los que agradecemos el comentario, que sin duda le haremos llegar a los promotores de esta iniciativa.
Un cordial saludo.