Tres museos con jardín

Texto inédito escrito por Mónica García-Monzón para sieteLisboas. García-Monzón es española y propietaria de la empresa de traducciones Sotaque. Desde hace más de 10 años está ligada a Lisboa, ciudad en la que reside.

Imagen del exterior de la Fundación Gulbenkian, tomada por sieteLisboas.

Imagen del exterior de la Fundación Gulbenkian, tomada por sieteLisboas.

La primera vez que visitamos Lisboa la ciudad nos sorprende por su luz y por su decadente encanto. Podemos hacer varios recorridos dentro de una misma ciudad prestando atención a sus iglesias, sus museos o simplemente a sus angostas callejuelas cargadas de historia y sabor.

Los barrios que se desparraman por sus siete colinas tienen características propias que los personalizan mas allá de sus nombres y en todos ellos podemos encontrar por lo menos un museo que vale la pena conocer. A mí particularmente me gustan los museos que tienen jardín en los que se puede hacer un alto en el camino y recapitular sobre lo visto, beber algo y coger fuerzas para seguir descubriendo la ciudad.

Entre mis favoritos se encuentran el Museo Calouste Gulbenkian, el Museo Nacional de Arte Antiguo (MNAA) y el Museo Nacional de Historia Natural y de la Ciencia (MUHNAC).

El Museo Calouste Gulbenkian situado muy cerca de la plaza de España se inauguró en 1983 y reúne una colección ecléctica de más de 6.000 piezas que abarcan desde la Antigüedad hasta el principio del siglo XX. Antes de que el museo abriese sus puertas 14 años después de la muerte de su mentor Calouste Gulbenkian, muchas de las piezas estuvieron repartidas entre la National Gallery de Londres, el British Museum y la National Gallery of Art de Washington y también en París.

Cuenta con un espectacular jardín que abarca 7,4 hectáreas en pleno centro de la ciudad. Diseñado por los paisajistas Gonçalo Riberio Telles y Antonio Viana Barreto su estructura aparentemente sencilla destaca por amplias zonas verdes, lagos y un anfiteatro al aire libre.

El Museo Nacional de Arte Antiguo localizado en el Palacio Alvor-Pombal del siglo XVII acoge en sus tres pisos colecciones de Pintura europea y Artes Decorativas europeas; Orfebrería, Pintura y Escultura Portuguesa.

Cuenta con un coqueto jardín, denominado por los empleados del museo como Jardim Romántico desde donde se puede contemplar la zona portuaria y el trasiego de barcos que cruzan de una orilla a otro del río Tajo.

Especialmente agradable es el juego de luces y sombras que proyectan las copas de los árboles sobre el edificio del siglo XVII. 

Museo Nacional de Historia Natural y de la Ciencia (Jardín Botánico)
Considerado uno de los mejores de Europa, este jardín que forma parte del Museo Nacional de Historia Natural y de la Ciencia es una de las reservas de especies exóticas más importantes de Europa.

Con casi cuatro hectáreas fue creado en 1858 para instruir sobre los principios de la Agricultura y de la Botánica. Entre sus más de 10.000 plantas destacan una colección de Cicas, plantas también denominadas “fósiles vivientes”.

El jardín formado por innumerables rincones, esculturas, lagos y puentes nos ofrece una interesante vista panorámica de la ciudad.

En su interior podemos disfrutar del Borboletario (Casa de las Mariposas) que es un invernadero de cría de mariposas ibéricas abierto al público.

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