Hay música en Mouraria
Texto inédito escrito en castellano por Ana Paula Silvestre, para sieteLisboas. Silvestre es colaboradora de A Música Portuguesa A Gostar Dela Própria.
Del barrio de Mouraria, barrio histórico de Lisboa, se dice ser cuna de fadistas y del proprio fado, pues ahí vivió y cantó Severa, una de las primeras fadistas recordada por la Historia. De hecho, no resulta difícil constatar que el fado forma parte del alma musical de sus gentes: es el tipo de canción que más se escucha por las calles de este barrio; hay una importante escuela de fado y fue aquí donde fadistas como Fernando Mauricio, Argentina Santos o Mariza empezaron a cantar y a generar su público.
Mouraria es un barrio muy diverso, que a lo largo de los tiempos ha sido refugio de las personas más marginales y excluidas de la sociedad. En el siglo XII fue en este barrio donde se creó la comunidad de los “moros”, los musulmanes que perdieron la ciudad que durante varios siglos gobernaron, así como de los judíos que se resistieron a aceptar el cristianismo impuesto.
Más tarde, ya en el siglo XIX, sirvió de hogar para la gente considerada de baja condición y con escasas posesiones: pescadores, varinas,1 ladrones… Era un lugar de prostitución barata y bohemia para los marineros pobres que desembarcaban en los puertos de Lisboa. Fue también aquí donde el movimiento republicano y sus campañas de Educación se fortalecieron.
Actualmente, en este barrio comparten vida personas de más de 20 nacionalidades diferentes y gentes de distintas partes de Portugal. Por ello, pueden imaginar la riqueza cultural y musical que, potencialmente, existe en el barrio de Mouraria. Era justo lo que imaginamos cuando comenzamos a poner en marcha este proyecto de A Música da Mouraria A Gostar Dela Própria (La música de Mouraria gusta de sí misma).
Desde 2011, el proyecto de A Música Portuguesa a Gostar Dela Própria (La música portuguesa gusta de sí misma), fundada y dinamizada por el director y realizador, Tiago Pereira, graba el patrimonio inmaterial -y, en particular, la Música- de todo el país, de Norte a Sur, de Este a Oeste, con el objetivo de dar a conocer, y a reconocer, nuestras raíces musicales y las músicas tradicionales más alejadas de las grandes ciudades y de las tendencias dominantes. Sin embargo, desde hacía algún tiempo que la idea de grabar la música de los barrios de Lisboa nos andaba rondando, y en marzo de 2014 decidimos ponerla en práctica, comenzando por el barrio de Mouraria. Allí fuimos a buscar la música que se hace por ahí y que casi nunca sale a las calles del barrio.
De China, conocimos a Liren Li, de Xangai, que vive en Portugal desde hace cinco años, toca el guzheng y está estudiando danzas portuguesas en una universidad de Lisboa, y a la Señora Chen que estudió piano en el conservatorio de Pequín y da clases de este instrumento a niños y niñas en su casa de Mouraria.
Conocimos también a la Señora Arminda que vino del Minho, una región del norte de Portugal, donde existe una forma particular de canto polifónico muy agudo. La Señora Arminda fue una de las primeras mujeres barrenderas de Lisboa. Y, en la Rua do Bemformoso, encontramos al Señor José, que llegó a Lisboa con 14 años y nos cantó canciones de cuando era pastor en su pueblo.
Fateh Singh, viene del Punjab, India, y trabajó durante muchos años en tiendas de accesorios para móviles del barrio. Su sueño es poder tocar más su armonio y componer sus canciones románticas sobre la vida. Lo grabamos en el Largo dos Trigueiros, donde también está Fátima Garcia, que canta fado mientras hace las figuras de papiroflexia (origamis) que vende en su tienda, Mãos à Dobra.
En la Rua dos Lagares, descubrimos al Señor Baguinho, un zapatero que desde hace más de 30 años se entretiene componiendo cuartetos y otras rimas, que después decora y enmarca en cuadros y ofrece a la gente del barrio. Muy cerca, en el Largo das Olarias, vive Diogo Santos, un lisboeta de 40 años, que descubrió la guitarra de su abuelo a los 17 años y nunca más se apartó de ella. Y, en la Rua de São Cristóvão, grabamos a la Señora Laurinda diciendo un responso a Santo António [San Antonio], una oración a este santo que ayuda a encontrar las cosas perdidas.
En la escuela de fado del Grupo Desportivo da Mouraria, donde los domingos se canta fado, encontramos a Suzzana Spura, una joven polaca enamorada de la cultura portuguesa, que vino a Lisboa de Erasmus y estando aquí quiso aprender a cantar fado. Fue también allí donde conocimos a Soraia y Bruna Rita, dos hermanas de 17 y 13 años que se juntaron con Moin Ahuammed, un joven de Bangladesh, que vive en Lisboa desde hace cinco años, para cantar y bailar un fado y hacer un “fadollywood” [combinación de fado y baile de Bollywood].
Y conocimos a muchas, muchas más personas que podrán encontrar en este blog o, si lo prefieren, caminando por las calles de Mouraria con la ayuda de este mapa musical. Seguramente comprobarán, como nosotros y nosotras lo hicimos, que Mouraria es un pueblo con muchos pueblos dentro, y que cada uno de estos trae música dentro de sí.
1.- Nota: Varinas, vendedoras de pescado, que recibieron este nombre porque, generalmente, llegaban a Lisboa desde Ovar, localidad pesquera del norte de Portugal.