El Palácio de Palhavã y la Praça de Espanha

Texto inédito escrito por Eduardo Junco, embajador de España en Lisboa, para sieteLisboas.

PalaciodePalhava

Los orígenes del Palácio de Palhavã se remontan al siglo XVI, zona en la que ya existían otras propiedades de la nobleza portuguesa y que hoy en día es un importante centro urbano y de negocios. El palacio estuvo vinculado a lo largo de los siglos a la aristocracia portuguesa y miembros de la realeza de Portugal. El segundo conde de Sarzedas, Lobo da Silveira, adquirió y construyó el Palácio de Palhavã en 1660 y durante más de un siglo el palacio vivió una época de esplendor siendo uno de los más notables de Lisboa. Entre los inquilinos más relevantes, cuando el palacio quedó vinculado al marquesado de Louriçal, están los llamados Meninos de Palhavã, tres hijos naturales del rey D. João V “El Magnánimo”, los cuales lo habitaron durante un largo período convirtiéndolo en escenario de una serie de episodios de gran interés histórico.

El terremoto de 1755, que afectó gravemente a la ciudad, dejó intacto el palacio. Cuenta la historia que los Meninos acogieron en sus jardines a miles de personas cuyas viviendas habían sido destruidas. Dos décadas más tarde, los hijos del rey fueron desterrados al convento de Buçaco por las desavenencias que mantenían con el marqués de Pombal, quien confiscó los mejores muebles, y el palacio inició un largo periodo de decadencia coincidiendo también con la invasión de las tropas napoleónicas, y con la guerra civil entre liberales y conservadores a finales del siglo XIX. El lento declive continuó hasta que la propiedad fue adquirida por la familia Azambuja, cuyos orígenes se remontan a la época del rey D. Afonso Henriques. El tercer conde de Azambuja, Augusto de Mendoça Rolim Moura Barreto, encargó las obras de restauración al arquitecto Joaquim Posidonio da Silva, instalándose en el edificio en 1862. Los salones recuperaron su esplendor y belleza siendo un centro activo de reuniones y representación social.

El Reino de España consiguió el palacio en subasta pública en 1918, albergando la Cancillería de la embajada hasta 1939, año en que se adquirió el palacio Lima Mayer, situado en la rua de Salitre esquina con la avenida Liberdade, y se instalaron allí los despachos y el consulado, pasando a convertirse el palacio de Palhavã en residencia de los embajadores.

Actualmente, la arquitectura se mantiene fiel a su ornamentación originaria y el mobiliario en su mayor parte es de origen portugués. Los principales espacios de representación son tres grandes salones, un comedor de gala, una sala de música con lucernario y un amplio vestíbulo con suelo de mármol, en el que destaca el revestimiento de azulejos barrocos portugueses del siglo XVII-XVIII con corona real, que se atribuyen a la época en la que vivieron los hijos del rey D. João V. Todas las estancias están rematadas con plafones estucados con frisos y guirnaldas renacentistas y barrocas. Completan la decoración fabulosos tapices flamencos de las siglos XVI y XVII y obras pictóricas.

El solemne pórtico de la entrada (flanqueado por el escudo de armas con la A de la familia Azambuja), se abre al patio de armas con el edificio de las antiguas caballerizas y dependencias del servicio y dos escalinatas convergentes con balaustradas dan acceso a la puerta de entrada del palacio. El pórtico se completa con dos torreones cubiertos en pirámide, típica forma portuguesa que guarda similitudes con otros palacios como la Quinta da Bacalhõa en Azeitão. La fachada exterior del palacio mantiene la tonalidad rosa ártico que resalta el equilibro clásico y la belleza barroca. Es de destacar la estatuaria de mármol blanco del siglo XVII del genovés Bernardo Schiafini, discípulo de Bernini. Y en los espaciosos jardines en tres niveles, donde en el siglo XVI existía un importante manantial, se mantienen tres elegantes fuentes barrocas italianas con la representación de Hércules y otros motivos mitológicos.

Completa el conjunto arquitectónico una capilla integrada en el edificio, de noble austeridad y consagrada a Nossa Senhora da Asunção (Nuestra Señora de la Asunción), en honor al nombre de la esposa del III conde de Azumbuja, Maria Assunção Ferreira, hija de uno de los afamados dueños de los vinos de Oporto. La capilla tiene acceso desde la calle, en la plaza de España.

ArcodeSaoBento

La Plaza de España de Lisboa

La Praça de Espanha (Plaza de España), de Lisboa, está dominada por una espaciosa rotonda en cuyo centro de sitúa el Arco de São Bento, reconstruido en 1998, antes situado en la Rua de São Bento e integrado en el conjunto arquitectónico del Aqueduto de Aguas Livres. Dada  la dimensión, la plaza abarca varios barrios de la ciudad de Lisboa: Campolide, Avenidas Novas y São Domingos de Benfica. Además del Palácio de Palhavã, cabe destacar la Fundación Gulbenkian, una de las instituciones más relevantes de Portugal en el ámbito de la cultura, la ciencia, la investigación y las artes. Además, se encuentra la Igreja de Nossa Senhora do Rosário de Fátima (Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima), la Mezquita de Lisboa, el Teatro Aberto y el Teatro de la Comuna, entre otros edificios relevantes. La plaza está comunicada mediante la estación de metro Praça de Espanha, que hasta 1979 se denominó Palhavã, y una estación de autobuses que enlazan diversos destinos de poblaciones del margen sur del río Tajo.

Para quien tiene el honor y la satisfacción de ocupar temporalmente este palacio portugués y ofrecer estas dependencias a los españoles y a los amigos de España, portugueses o de otras nacionalidades, Palhavã quiere constituirse en la representación de la voluntad del Estado español para mantener una presencia, próxima y amistosa, en la República Portuguesa.

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