El Convento da Graça

Texto original escrito en portugués, cedido por el Centro Nacional de Cultura (CNC), traducido y adaptado por sieteLisboas.

Imagen del ‘Convento da Graça’ fotografiada por José Luís Albuquerque y cedida a sieteLisboas.

Situado en una de las siete colinas de la ciudad, la de Santo André, el Convento da Graça fue fundado por la Ordem dos Agostinhos Descalços en el año 1291. El prior general le atribuyó el nombre de Nossa Senhora da Graça (Nuestra Señora de Gracia) en 1305. En el año 1556 la iglesia y el convento fueron reedificados por Custódio Vieira. Los daños del terremoto de 1755 llevaron a que se hiciera otra reconstrucción en 1777 bajo la dirección de los arquitectos Tomás de Sousa y Manuel da Costa Negreiros. En el siglo XIX se extinguen las órdenes religiosas y el edificio del convento se transforma en cuartel del ejército, uso que se mantiene hasta hoy.

En el edificio actual no se encuentran vestigios de su etapa medieval. Sin embargo, del convento sí subsisten una sala con bóveda y arcosolio manuelinos. La fachada del templo es de doble, dispuesta en un ángulo formado por la iglesia y por la antigua portada, sobre el cual se yergue la torre del campanario del siglo XVII obra de Costa Negreiros. En la fachada de poniente se encuentra una puerta sobre la que aparece un medallón en bajorrelieve que representa a San Agustín. En el interior predomina el estilo barroco-rococó, en armonía con las pinturas de João Vaz, Elói do Amaral y Pereira Cão.

En la iglesia y en el convento, con mayor incidencia en la sacristía y en la antesacristía, se encuentran sillares de azulejos con patrones de los siglos XVII y XVIII. Paneles de azulejos joaninos [de la época de D. João V] destacan en la escalinata del convento, en el atrio y en algunas partes del primer piso. En la galería superior del claustro merecen nuestra atención los azulejos policromados de tipo alfombra del siglo XVI.

La iglesia tiene planta cruciforme de una sola nave, con crucero corto y la capilla mayor de cabecero semicircular. La nave está cortada en cinco tramos articulados por pilastras corintias. En el más pequeño se encuentran los púlpitos; en el resto de los tramos se pueden ver en sus tres pisos: capillas laterales, tribunas y ventanas altas. La decoración de la cubierta es de la autoría de João Vaz y Elói do Amaral. En la nave y en el crucero se inscriben altares tallados en madera encuadrados por columnas corintias. En el lado izquierdo de la entrada de la iglesia hay una sala abobedada que contiene los túmulos de Rui Gomes de Alvarenga y Dª. Melícia de Melo, y de Gonçalo Lourenço Gomide.

En la sacristía predomina igualmente la decoración barroca de la primera mitad del siglo XVIII. La puerta de acceso a la sacristía queda rematada por el blasón de los Mendo de Fóios (secretario de Estado de D. Pedro II) rodeado por dos volutas que se asientan sobre columnas en espiral. El techo, de admirable decoración, posee una representación de Mendo de Fóios y António Botado. En la cabecera sur destaca el panel de las reliquias y en la cabecera norte, el sepulcro de Mendo de Fóios.

El Convento da Graça está adosado a edificaciones modernas que se fueron añadiendo a éste. La fachada principal del convento está orientada al Sur, cuenta con dos peldaños en su base, y está dividida en tres partes, por pilastras y columnas dobles, y en dos pisos, por la cornisa.

En el edificio del convento destaca el claustro principal, cuya estructura nos remite al siglo XVII, de trazos manieristas y mármoles policromos. Tiene cinco arcos sobre pilares toscanos. En la entrada al cuartel hay otro claustro de pequeñas dimensiones, probablemente del siglo XVIII, que tiene a cada lado tres arcos y cuya galería superior se encuentra decorada por rodapiés de azulejo de alfombra, del siglo XVII.

Aunque la utilización militar del convento haya podido contribuir a que algunas de las dependencias se hayan alterado o incluso perdido, ese hecho no influye sobre la representatividad del conjunto de arquitectura barroca-rococó en su característica aplicación de dorados junto a materiales pobres.