La Sé de Lisboa (La Catedral)
Texto original escrito en portugués, cedido por el Centro Nacional de Cultura (CNC), traducido y adaptado por sieteLisboas.
La Sé (catedral), uno de los monumentos medievales más antiguos de Lisboa, data de la segunda mitad del siglo XII. Después de la toma de la ciudad a los moros en 1147, se construyó dentro de lo que fue la Cerca Moura siendo rey D. Afonso Henriques. Durante la Edad Media funcionó como núcleo religioso, cívico y cultural. Anexa a la catedral existía la llamada Escola da Sé, que fue frecuentada por Fernando de Bulhões, futuro Santo António (San Antonio). El Palacio Episcopal estaba situado en el claustro de la Sé, junto al Beco do Quebra Costas.
Después de 1755 dejó de ser sede de la diócesis, dado que el terremoto y un fuerte incendio que le siguió destruyeron gran parte de la torre sur de la fachada, del campanario, del crucero y de la talla del interior del templo. El desmoronamiento de las torres hizo que también cayera la bóveda de la nave central y del presbiterio. En 1777, se inició una rápida y poco cuidada reconstrucción de la Sé, y sólo en 1940 fue reconstruida la bóveda haciendo una réplica idéntica a la original.
El templo está marcado por las alteraciones sufridas a lo largo de su historia. Se pueden observar dos estilos arquitectónicos fundamentales: el románico y el gótico. Se desconoce el autor del proyecto, pero se supone que podría haber sido un monje extranjero, ya que la primera fase arquitectónica registra semejanzas con la escuela románica de Borgoña y de Normandía.
A pesar de las alteraciones que ha sufrido la fachada principal, ésta conserva su estructura románica: cuenta con dos torres, rosetón y merlones (reconstrucciones del siglo XX). La portada románica situada al fondo del porche tiene arquivoltas semicirculares que se asientan en columnillas y muestran capiteles con relieve de motivos vegetales, geométricos y antropomórficos. El cuerpo de la iglesia es de planta de cruz latina, con tres naves cubiertas por bóvedas de arista realizadas en ladrillo. Los capiteles del núcleo cruciforme carecen de cualquier decoración escultórica.
La planta primitiva registraba, hasta el siglo XIV, una composición románica en la cabecera, con ábside y dos absidiolos laterales menores y paralelos, de contorno exterior semicircular. De esta estructura original quedan vestigios dibujados en las caras interiores y exteriores del crucero. Los anexos adosados exteriormente a su fachada Norte, entre el brazo del crucero y la puerta lateral, son del periodo de transición románico-gótico (finales del siglo XII o principios del XIII).
La construcción de la Sé, entre 1279 y 1325, se caracteriza principalmente por el claustro y sus galerías, destacando los detalles de los bajorrelieves de los capiteles. De hecho, durante ese periodo sólo se construyeron las galerías del claustro que están a ras de suelo, siendo el piso superior una ampliación bastante más tardía, probablemente traída y adaptada para la Sé en el periodo renacentista, tras supuestamente haber formado parte de otro edificio. Debido a ello, el claustro es un bello ejemplo de la fase inicial del gótico portugués, sin haberse desprendido todavía de la volumetría, robustez y proporciones románicas.
En las capillas del claustro se encuentran una gran variedad de piezas de escultura sepulcral medieval, siendo también ricas en elementos renacentistas y barrocos provenientes de posteriores alteraciones. De las arcas sepulcrales merece especial referencia la de D. Margarida Albernaz (del siglo XIV) por tener una estatua yaciente y presentar flancos blindados; y la de D. João Anes, primer arzobispo de Lisboa (del inicio del siglo XV). Del mismo periodo, anexa al flanco Norte y adosada a la torre de la fachada, está la Capela de São Bartolomeu (Capilla de San Bartolomé, que le debe el nombre Bartolomeu Joanes, su fundador fallecido en 1324, que tiene aquí su túmulo). Esta interesante capilla tiene ventanales con parteluz, bóvedas con artesonado y arcos ojivales. Características todas ellas del estilo gótico.
La fase de mayores transformaciones fue la de 1325 a 1357 con la construcción de la nueva cabecera gótica para sustituir a la primera, que supuestamente fue destruida o fuertemente damnificada por el terremoto de 1344.
Las nuevas obras llevadas a cabo en la capilla mayor durante el reinado de D. João I se deben de haber realizado también como consecuencia de daños sísmicos (en la segunda mitad del siglo XIV o inicios del siglo XV). La estructura de la nueva cabecera ha llegado hasta nuestros días presentando una capilla mayor de ábside poligonal, rodeada por un deambulatorio desde el cual se abren nueve capillas radiales más bajas que permiten su iluminación. Las capillas son de planta cuadrada cerrada por ábside poligonal. En el ámbito nacional, la Sé es la única catedral medieval que presenta una cabecera con estas características.
El interior de la capilla mayor perdió gran parte de su aspecto gótico debido a las alteraciones efectuadas durante el periodo barroco y neoclásico, realizadas tras el terremoto de 1755. A pesar de todo, el deambulatorio y las capillas radiales muestran su aspecto primitivo casi intacto, no habiendo sufrido modificaciones ni con los cambios de la segunda mitad del siglo XVIII ni con las restauraciones hechas en el siglo XX. La cabecera presenta exteriormente una estructura muy ligera e, interiormente, se constatan las características arcaizantes del gótico afonsino. Los arcos de las bóvedas artesonadas del deambulatorio y de las capillas son ejemplo de ello, con capiteles decorados con motivos vegetales típicos de esa época.
Las capillas radiales a la cabecera están despojadas de decoración pero, en otro tiempo, estaban decoradas con tallas, azulejos y varias piezas escultóricas, así como con retablos, sepulcros y complementos litúrgicos. En 1755 (con el terremoto) se perdieron los túmulos originales de D. Afonso IV y de su esposa, quedando únicamente algunas piezas de gran valor artístico, como testimonio de la belleza estatuaria sepulcral trecentista del taller de la Sé. A estos túmulos hay que añadir otros de gran valor: el de la Infanta Beatriz (nieta de D. Afonso IV), de Lopo Fernandes Pacheco (hidalgo, valido de D. Afonso IV) y de su mujer. Estos sepulcros presentan semejanzas con el de Bartolomeu Joanes por compartir un estilo austero en la representación del difunto.
Datos de interés:
Dirección: Largo Santo António da Sé
1100 LisboaCómo llegar:
Tranvía: 28E.