El Monasterio de los Jerónimos

Texto original escrito en portugués, cedido por el Centro Nacional de Cultura (CNC), traducido y adaptado por sieteLisboas.

Imagen del 'Mosteiro dos Jerónimos' tomada por el fotógrafo Nuno Cardal, publicada en su libro 'Lisboa Iluminada' y cedida a sieteLisboas.

Imagen del ‘Mosteiro dos Jerónimos’ tomada por el fotógrafo Nuno Cardal, publicada en su libro ‘Lisboa Iluminada’ y cedida a sieteLisboas.

El Mosteiro dos Jerónimos (Monasterio de los Jerónimos) es uno de los principales monumentos del estilo manuelino portugués, que sirve como ejemplo destacable de síntesis artística, por la articulación de elementos medievales góticos con aspectos renacentistas.

El conjunto monumental se divide en dos partes:
- Una formada por la iglesia (construida con la orientación tradicional Este-Oeste, pero con una imponente puerta en la fachada Sur que da al río Tajo) y por el claustro (ubicado en la parte norte de la iglesia).
- La otra parte, donde se situaban los dormitorios de los frailes, acoge actualmente el Museu Nacional de Arqueologia y, en su mayor parte, es resultado de una reconstrucción del siglo XIX.

A la iglesia se accede a través de dos puertas, ambas obras maestras de la escultura monumental del siglo XVI.
La principal o axial está situada sobre un soportal de arco abatido, en la entrada occidental de la iglesia. Obra de Nicolau de Chanterenne, con la colaboración de otros maestros, posee en su conjunto escultórico las estatuas de D. Manuel I y D. Maria, realizadas con tal maestría que se clasifican entre las mejores obras estatuarias renacentistas de la península Ibérica.

La puerta Sur, en la fachada que da al río, muestra una decoración y un simbolismo copiosos de gran monumentalidad. Entre las figuras representadas, en medio de santos y profetas que forman un coro para exaltar la Virgen, se yergue un retrato alegórico del infante D. Henrique “El Navegante” y un desmesurado escudo real, que indica el grado de protección divina que la monarquía portuguesa del siglo XVI alegaba para sí misma y para sus actos en las Grandes Navegaciones.

La iglesia, de tres naves situadas a la misma altura y cubiertas por una única bóveda, presenta una distribución del espacio típica de las iglesias de planta de salón.
Alargados pilares octogonales, decorados con estilo renacentista y plateresco, sostienen la estructura de la bóveda polinervada. Tienen forma de palmeras o de gruta cruzada por estalactitas, lo que dota a la nave de un ambiente único, reforzado por la luminosidad que se filtra.

El crucero es el centro físico y simbólico del edificio. Está cubierto por una bóveda vanguardista con un vano de 30 metros de ancho, que es de la autoría de João de Castilho. Representaba el espacio destinado a los rituales de la monarquía, en su papel mediador entre el poder divino y el poder temporal. El edificio cumplía, de este modo, la función de exaltar el poder real. En ambos lados del arco del triunfo se sitúan púlpitos octogonales decorados con motivos renacentistas: auténticas filigranas de piedra que, según el historiador Rafael Moreira, se parecen a las tribunas reales del panteón de los Reyes Católicos, en San Juan de los Reyes (Toledo, España).

La capilla mayor estaba destinada a servir de panteón a D. Manuel I, siguiendo su propia voluntad. Allí el rey pretendía que se colocase su cuerpo en una tumba a ras del suelo, para que se pudiese pisar sobre ella. Sin embargo, ésta fue rehecha en la última fase de la construcción del monasterio por Jerónimo de Ruão, y en ella se colocaron las arcas funerarias de D. Manuel I y de sus hijos, violando su petición de tumba a ras del suelo. La capilla mayor pertenece a otro momento estético, se la identifica con el manierismo clasicista, pero mantiene la misma belleza del resto del conjunto, que es de estilo manuelino.

Las capillas del transepto albergan también arcas funerarias de descendientes reales, reforzando la intención del edificio de servir de Panteón Real. Las capillas de los extremos del transepto fueron concluidas en el siglo XVII y presentan un manierismo ya próximo al barroco. Junto a la puerta principal y por debajo del coro, se encuentran dos sepulcros más: el de Vasco da Gama, en el lado Norte, y el de Luís Vaz de Camões, en el lado Sur, ambos trasladados allí a finales del siglo XIX.

El coro alto, al que se tiene acceso desde el segundo piso del claustro, está dispuesto sobre la puerta principal, al Oeste. Posee una magnífica sillería, obra maestra de la escultura renacentista en madera, realizada por el maestro carpintero Diogo de Sarça, siguiendo el diseño de Diogo de Torralva. También en el coro se puede apreciar una talla de Cristo en la Cruz, obra del flamenco Phelippe de Vries (1551).

El claustro es considerado uno de los núcleos de mayor expresión artística por su equilibrio, armonía de proporciones, originalidad y, especialmente, por la belleza sin par de su decoración. El claustro tiene dos pisos abovedados, ambos diseñados ya en la primera fase de la construcción del monasterio por Diogo Boitaca. Sin embargo, éste sólo concluyó las obras del primero. El piso superior fue acabado por Castilho y Torralva.

En el lado oriental del claustro están la sacristía y la Sala do Capítulo; y, en el  occidental, el refectorio.
La sacristía es una sala amplia, casi cuadrada, con una original bóveda que se extiende desde una columna central revestida con temáticas renacentistas. Una preciosa cómoda de madera representa perfectamente la calidad del mobiliario portugués del siglo XVII. Asimismo, también se pueden observar buenos ejemplos de pintura manierista.
La Sala do Capítulo, diseñada probablemente por João de Castilho, quedó inconclusa hasta el siglo XX, cuando se colocó el túmulo de Alexandre Herculano, con la intención de iniciar un panteón literario nacional. Siguiendo esta idea se llevaron hasta el ala norte del claustro los restos mortales de Fernando Pessoa.
El refectorio todavía posee la estructura manuelina original planeada por Boitaca y llevada a cabo por Leonardo Vaz. Frente a la entrada del refectorio una bellísima pila señala el claustro.

Nota: Patrimonio Mundial de la Unesco 27/30 Junio 1983 y Monumento Nacional. Esta clasificación abarca el edificio y los túmulos de D. Manuel I, D. João III, D. Sebastião y del Cardenal D. Henrique.

Datos de interés:

Dirección: Praça do Império (Belém)
1400-206 Lisboa

Horarios:
De octubre hasta abril: Desde las 10:00 hasta las 17:30 horas (última admisión a las 17:00 horas).
De mayo a septiembre: Desde las 10:00 hasta las 18:30 horas (última admisión a las 18:00 horas).

Cierra: Los lunes y los festivos 1 de enero, domingo de Pascua, 1 de mayo y 25 de diciembre.

Cómo llegar:
Autobuses: 727, 728, 729, 714 y 751.
Tranvía: 15E.

Entrada:
Individual: 10,00€.

Para más informaciones sobre precio de entradas, accesibilidad, etcétera, pinche aquí.

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