Miradores al Sol
Nos preguntaban el otro día qué mirador elegiríamos para una puesta de sol… Mmm… Pregunta de difícil respuesta, pensamos. ¡Hay tantos y tan recomendables en Lisboa!
Pero, tras dudar unos instantes, nos dijimos: ¿Por qué quedarnos sólo con uno cuando esta cuestión se puede responder incluso en varios artículos? De ahí que hoy hayamos decidido recomendar la primera mini ruta de miradores, en sieteLisboas. Un recorrido que se puede realizar con el tranvía 28E, andando o combinando ambas posibilidades.
Nuestra sugerencia sería tomar el 28E en la Rua da Conceição con la Rua da Madalena y subir hasta la Rua da Graça para acceder hasta el mirador de Nossa Senhora do Monte. Uno de los más altos y cucos de Lisboa, que se divisa desde distintos puntos de la ciudad, pero cuya belleza no se comprende hasta que el visitante llega allí por primera vez. Cuando se convierte en el observador de los lugares desde donde veía aquel balcón blanco cubierto de copas de árboles verdes.
Después nos acercaríamos hasta el mirador del Largo da Graça, a tan sólo unos minutos de distancia, para disfrutar de un café o un refresco en uno sus quioscos y del entorno del Convento da Graça. O para, simplemente, sentarnos en un banco y relajarnos, como David Pintor.1
Imagen cedida por el ilustrador David Pintor, extraída de su libro “Lisboa”.
Si seguimos descendiendo por la Calçada Graça y la Rua São Tomé llegamos al mirador das Portas do Sol (sí, de las puertas de ese Sol por el que nos preguntaban). Un lugar donde no es difícil encontrar un imponente transatlántico amarrado en el río Tajo, a un señor a la guitarra amenizando la jornada o a un paseante convertido en fotógrafo de turistas de cualquier nacionalidad, por haber dicho que sí a cada uno de los que le han pedido si, por favor, les podía hacer una foto. Que, además, nunca es una sino dos. O tres…
Imagen tomada, desde el ‘Miradouro das Portas do Sol’, por José Luís Albuquerque y cedida a sieteLisboas.
Tras un rato de contemplación y asombro, nos dirigimos hasta el mirador de Santa Luzia, de nuevo cuesta abajo y a tan sólo un paso: ¡No se despisten o se lo pasarán! Y sería una pena perderse los bonitos paneles de azulejos de este rincón con encanto.
Y, para terminar, no se olviden del mirador del Castillo de San Jorge, donde además de disfrutar de una vista panorámica de Lisboa podrán ampliar sus conocimientos sobre la historia de esta ciudad.
1.- Nota: Recorte de la ilustración de David Pintor, inspirada en el Miradouro do Largo da Graça, incluida en su libro Lisboa (Ed. Kalandraka). Cesión del autor a sieteLisboas.
Autora: Fátima Valcárcel.
Fecha de publicación: 9 de junio de 2014.
